Los clientes buscan que un coach los ayude a conseguir algo y generalmente a ese algo se llega a través de aprendizajes, acciones y, en muchas ocasiones pasa por un plan de acción, una herramienta muy útil en el mundo del coaching.
Un plan de acción es un compendio de acciones necesarias para conseguir un objetivo. Muchos de los objetivos que tienen los coachees se pueden conseguir si se diseña y se lleva a cabo un plan de acción. Este será más fácil de diseñar cuando el objetivo sea un aspecto tangible, específico y con fechas marcadas en el tiempo que cuando el objetivo sea más intangible y difuso. De esta forma, diseñar junto con un cliente un plan de acción para «Correr una media maratón» o «Perder diez kilos de peso» será más sencillo que diseñar un plan de acción para «Tener más iniciativa» o «Mejorar la relación con mis hijos».
Conseguir un objetivo de cierta envergadura requiere que lo sepamos dividir en porciones, en tantas como nos resulte cómodo realizarlo. Cualquier objetivo debe ser posible «en cómodos plazos». Así es como se convierten en realidad los mayores proyectos, desde poner una nave espacial en la superficie de Marte hasta construir un edificio. Los clientes suelen proponernos objetivos suficientemente ambiciosos que necesitan esos «cómodos pasos».
Un objetivo más o menos ambicioso es para nuestra mente una meta lo suficientemente alta como para no se atreva con ella hasta que sepa de lo que somos capaces en cómodos pasos, sin esfuerzos sobrehumanos ni consumos excesivos de energía.
Si un cliente se propone, por ejemplo, «Correr una maratón el año que viene», conviene que planifiquemos las distintas tareas que hay que llevar a cabo. Ya que la tarea «Correr una maratón» es demasiado ambiciosa para querer abarcarla. Sin embargo, las tareas «Comprar calzado adecuado», «Salir a correr treinta minutos al día durante cinco días» o «Apuntarse a un club deportivo» son acciones abarcables y realizables dentro del plan. Por lo tanto, si queremos ayudar a nuestros clientes a conseguir objetivos, tenemos que estar muy capacitados ayudándolos a crear planes de acción.
Realizar un pian de acción es tan sencillo como desmenuzar un objetivo en cómodos plazos, pero hay que tener en cuenta algunas cosas:
- Dar un primer paso, sencillo y fácil. El propósito es la toma de contacto (como meter la punta del pie en el agua para comprobar su temperatura) y el análisis previo del objetivo.
- Partir nuestro objetivo en pequeños hitos realizables con fecha, de forma que su avance sea medible.
- Medir nuestro avance, y adoptar acciones de contingencia en caso de que no estemos siendo fieles al plan inicial.
Realizar un plan de acción y comprometerse tiene varias ventajas, la más importante de las cuales es que cada acción realizada nos hará sentirnos más capaces para realizar la siguiente. No cabe duda de que mejora nuestra eficacia durante la realización del plan de acción. Cuanto más capaces nos sentimos, más creemos en nosotros mismos y más posibilidades tendremos de que nuestro objetivo sea un éxito.
Existe una forma sencilla de realizar un plan de acción cuando las cosas no están siendo del todo fáciles. Requiere los siguientes pasos:
- Hacer un brainstorming entre el coachee y el coach para abordar las ideas y acciones de que tendría que tener el plan.
- Eliminar de la lista las que sean descabelladas o no se quieran realizar.
- Ordenar las acciones por prioridad en el tiempo.
- Pasar al papel todas las acciones y ponerles fecha concreta.
La creación del plan de acción es efectiva para aquellos clientes que ya han definido un objetivo ambicioso con la suficiente concreción para poder empezar a caminar hacia él.
Ejemplo de una parte del plan de acción para crear mi propia empresa
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