En este punto, intentamos dar las pistas a los entrenadores para trabajar sobre su plan de acción particular, sobre cómo van a desarrollar todas las competencias anteriormente mencionadas, y para eso nos apoyamos en las herramientas que pone a nuestra disposición el “coaching”. ¿Cuál es la esencia del modelo? La esencia del “coaching” pasa por enriquecer el modelo mental del entrenador, incrementando su nivel de conciencia y facilitándole el paso a la acción.
Nosotros entendemos los procesos de “coaching” a través de una metodología propia: mc (metodología de «coaching”)= e2 + s (evaluación, entrenamiento y seguimiento)© y un plan de acción diseñado para conseguir objetivos estratégicos: Cuadro de Coaching Integral (CCI)©, basado en el cuadro de mando integral (CMI) de Kaplan y Norton (herramienta de gestión de empresas que ayuda, mediante la evaluación de la compañía y los empleados, a conseguir los planes estratégicos con un plan de acción a medida).
En los procesos de “coaching” a entrenadores deportivos, el “coach” realiza una serie de preguntas muy específicas para concretar y encaminar el pensamiento del entrenador y concienciarle del número de alternativas posibles de actuación. Es decir, la naturaleza del “coaching” pasa por abrir el mapa mental del entrenador, utilizando la terminología de la PNL, incrementando su nivel de conciencia y apoyándole en el paso a la acción. Todo ello basándose en preguntas y feedback descriptivo, no evaluativo. Las fases por las que se pasará se asemejan al siguiente proceso:
- Describir la meta deseada y los objetivos en que se apoyará el entrenador para conseguir ser un líder-“coach”.
- Describir su situación actual, obstáculos que se puede encontrar y puntos de apoyo para lograr alcanzarla.
- Establecer el número de alternativas de que dispone.
- Elaborar su plan de acción a través del Cuadro de Coaching Integral.
- Realizar la medición de los resultados y el establecimiento de pasos futuros.
¿Por qué “coaching”? Para dar una respuesta correcta se parte de dos axiomas fundamentales:
- Por un lado, que todas las organizaciones deportivas, o de otra índole, apuestan por la potenciación de su capital humano, y que en este punto el “coaching” les brinda uno de los mejores apoyos.
- Por otro lado, que “coaching” es acción, que el “coach” establece junto con el “coachee” un plan de acción que incluye objetivos MARTE (Medibles, Alcanzables, Retadores, con Tiempo limitado y Específicos) independientemente de la corriente metodológica del “coach”.
Pasar a la acción es fundamental. El “coaching” es acción, y, por eso, diseñar un plan de acción es vital. Cuando Kaplan y Norton comenzaron a hablar de cuadro de mando integral (CMI) pensaban en dotar a las empresas de indicadores, no sólo financieros, que les ayudaran a trazar un camino exitoso para la consecución de sus objetivos estratégicos, ya que el mercado es cada vez más complejo y globalizado.
¿Y si esos indicadores estratégicos se pudieran trasladar a cada uno de los miembros de la organización, en este caso a los entrenadores, y trazar indicadores de éxito individual y que completaran el plan de acción de los entrenadores? ¿Construir lo que podríamos llamar un Cuadro de Coaching Integral© (CCI)©?
El CMI mide la actuación de la organización desde cuatro perspectivas equilibradas: las finanzas, los clientes, los procesos internos y la formación y crecimiento. ¿Se puede aplicar esto a cada uno de los agentes organizativos en su plan de acción dentro del proceso de “coaching”? ¿Se puede elaborar un CCI©?
Nuestro deseo es trabajar con objetivos que se puedan mantener, también, a largo plazo, consiguiendo de esta manera un mayor beneficio. Si el CMI ayuda a la compañía a conseguir su estrategia, ¿por qué no puede ayudar al entrenador como profesional a conseguir su meta? Como se decía anteriormente, el CMI busca que se consigan los objetivos de la empresa trabajando desde cuatro perspectivas complementarias, en cada una de las cuales hay que dar respuesta de forma generalizada a una serie de preguntas:
- Finanzas: ¿cómo debería aparecer la organización ante sus accionistas para tener éxito financiero?
- Clientes: ¿cómo debería aparecer ante sus clientes para alcanzar su misión?
- Procesos internos: ¿en qué procesos debe ser excelente para satisfacer a sus accionistas y clientes?
- Formación y crecimiento: ¿cómo mantendrá y sustentará su capacidad de cambiar y mejorar, para conseguir alcanzar su misión?
Basado en Cuadro de mando integral, Kaplan y Norton. Gestión 2000. Barcelona 2002.
Intentemos dar forma a estas cuatro perspectivas y convertirlas en marcadores de éxito profesional del entrenador:
- Área financiera: ¿cómo se ve el entrenador de cara a conseguir los objetivos que tiene marcados y dar mayor valor a su puesto de trabajo?
- Área de clientes: ¿cómo es percibido el entrenador en su entorno organizativo, con sus superiores, pares y deportistas? ¿Qué puede hacer para mejorar las relaciones con sus clientes internos?
- Área interna del negocio: ¿cómo conseguir la excelencia para su club, federación, etc., desde su posición?
- Área de formación y crecimiento: ¿en qué áreas puede seguir capacitándose para alcanzar ese nivel de excelencia en su puesto de trabajo?
En cada una de estas áreas deben concretarse y desarrollarse:
- Los objetivos que quiere conseguir.
- Los indicadores que medirán el éxito.
- Las iniciativas a realizar para conseguir dichos objetivos. Desde el punto de vista del “coaching”, aquí conectamos con el plan de acción del entrenador.
El CMI es un sistema de gestión estratégica de la empresa en el cual los objetivos de las diferentes áreas deben estar alineados entre sí, con la visión y la estrategia de la empresa, mirar a largo plazo y ser medibles de forma sistemática para proponer, si es necesario, medidas correctivas. Hay que elaborar un Cuadro de Coaching Integral©, y también buscar que los objetivos del entrenador estén completamente alineados con la organización en la que se integra a través de las cuatro áreas ya comentadas, además de que esos objetivos se desarrollen a corto, medio y largo plazo para seguir aportando valor y que éstos puedan ser medibles a través de indicadores claros, es decir, que, como Kaplan y Norton plantean en el cuadro de mando integral, sean estratégicos.
Este plan de acción del entrenador se debe complementar con dos tipos de seguimiento:
- Seguimiento intersesión. Entre sesiones, el “coach” apoyará al entrenador en la ejecución de su plan de acción. El entrenador puede consultar (telefónicamente, a través de web cam o por e-mail) al “coach” para aclarar cualquier duda relacionada con el proceso y su plan de acción.
- Seguimiento posproceso. Se establece con el entrenador una vez finalizado el proceso de “coaching” y tras un período de “reposo”. Esto permite conocer el impacto y resultados obtenidos a medio y largo plazo y establecer, si fuera necesario, adaptaciones complementarias al plan de acción.
El “coaching” como herramienta de desarrollo profesional se está consolidando en las empresas de nuestro país. La oferta de este servicio ha aumentado considerablemente en los últimos años. Era cuestión de tiempo que estos beneficios se extendieran al mundo del deporte, del que originariamente partieron, olvidándose en el camino.
¿Por qué el “coaching” puede enriquecer el trabajo de los entrenadores? El entrenador, generalmente, se ocupa de la preparación física y técnica del atleta, y es una realidad que en numerosas ocasiones desempeña el rol de psicólogo sin estar capacitado para ello, intentando incrementar la motivación que el deportista necesita para mejorar, sin lograr el resultado esperado. Quizá una de las claves es que la motivación no se consigue desde el exterior, sino que nace de nuestro interior, y ahí es donde el “coach” deportivo tiene su campo de actuación. El entrenador como líder-“coach” acompaña y ayuda al atleta en el logro de sus metas deportivas a través de la elaboración de un plan de acción. Le ayuda a superar obstáculos que puedan surgir y a realizar el seguimiento de las acciones que le llevarán al éxito, con la potenciación de sus puntos fuertes, incluso en el control del estrés, al que todo deportista se enfrenta en su competición. Todo este proceso nace del deportista y es él con su implicación el que consigue los resultados.
El “coaching” deportivo es una potente herramienta para trabajar con el deportista las diferentes etapas por las que pasa: iniciación y formación, consolidación y retiro.
Nutricion enteral y parenteral
El objetivo es que el “coaching” ayude a los entrenadores a integrar el entrenamiento, mental y emocional, como una parte más de su metodología de trabajo. El objetivo es que vean al deportista como persona, no sólo como una máquina de ganar, con emociones, creencias que pueden limitarle, deseos, potencialidades, metas, con todos los recursos necesarios para desenvolverse de una manera excelente